Los cánones de belleza occidentales son una manía no solo para las europeas y americanas, por cierto es una obsesión internacional, y tampoco es exclusivamente japonesa, he observado lo mismo en China. Es infernal la cantidad de publicidad dedicada al cuidado de la estética femenina, incluso en Corea donde la industria de la cosmética es de lo más poderosa en el mundo.La parafernalia publicitaria nos muestran los ejemplos y los modelos de belleza ideal y los que hay que seguir, pero en países como Japón, China o Corea parecen enfermizos. No exagero.
Me sobran ejemplos que no me los contó nadie, los ví ao vivo. No solo la publicidad con la que te bombardean en las calles, subtes y medios de comunicación. Se vé en muchas mujeres y en los miles de locales dedicados a los cuidados estéticos. En ninguna parte del mundo he visto tantos negocios con productos de belleza como en estos lares, maquillajes, cremas, y sobre todo extraños productos para estar «más lindas y occidentales».

Las japonesas en general le prestan mucha atención a la moda, la gente de Tokyo se viste muy bien y se nota que le dan mucha importancia. Pero las mujeres se obsesionan, y es decepcionante verlas tan preocupadas por borrar sus características que las convierte en orientales.
Muchas están tan empecinadas en agrandar sus ojos que se someten a cirugías cruentas y dolorosas. Las que no llegan al quirófano, se ponen pestañas postizas de dimensiones enormes. Sumado a eso, unos ojos artificiales de colores de lo más variados. Algunas mujeres son expertas en maquillaje para hacer de sus ojos rasgados unos ojos enormes con una profundidad asombrosa.
Para mi gusto ellas tienen unos cabellos hermosos, pero no, se empecinan e insisten en enrulárselos. Algunas lo logran con buen gusto, otras … qué manera de quemarse hasta las neuronas, les queda horrible. Y ni hablar cuando quieren luego de hacerse los rulos, teñirlos de rubio. ¡Feísimos!

Lo más llamativo de todo, es darse una vuelta por esos locales que venden de todo para estar a la altura de las modelos que te venden en las campañas publicitarias. Hay cosas que tuve que leerlas detenidamente o mirarlas del derecho y del revés para poder deducir qué era lo que ofrecían. Por ejemplo, unos adminículos de plástico para ponerse en la nariz todas las noches al dormir y conseguir así que tu nariz oriental pase a ser respingada y finita. Casi que lo pruebo, pero no, me dio miedo.

Otra de las cosas que me llamó la atención, unas tiras muy finas, como una especie de calcomanías con forma de pequeñas cejas que se pegan en el hueco del ojo y así el párpado superior queda pegado y le deja a la oriental el ojo más abierto y con sensación de profundidad. Por favor, déjense de joder van por la vida sin pestañar, es de locos. Todos productos muy extraños que por supuesto como no sé japonés no supe bien cuál era el propósito de tal tortura.

Los que sí pude entender es que hay miles de cremas para blanquearse la piel, porque esa es otra de las obsesiones de japonesas y chinas, cubrirse del sol hasta el punto más ridículo.
A resumidas cuentas, afinarse la nariz, agrandarse y cambiar el color de los ojos, blanquearse la piel, rizarse el pelo lacio, o sea desorientalizarse. Una obsesión peligrosa.